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A los 68 años de edad, Juan Santos dejó de llevar la vida holgada de la persona promedio retirada. Tras la muerte de su esposa, él heredó la tarea de cuidar de su hijastro que sufre de ataques epilépticos y daños cerebrales después de sobrevivir a un ahogamiento a los 18 años. Sin entrenamiento alguno, en el 2022 Santos brincó a la tarea de despertar todos los días a eso de las seis o siete para atender las necesidades de Jorge, como llevarlo al baño, asearlo y cambiarlo de ropa, darle de comer…
11 months ago